Dunas del Nihuil. Prov. de Mendoza. Parte 2

El sábado 12 de octubre amanece como lo ilustra la foto del final de la parte 1º. A medida que nos fuimos levantando y enfrentando la realidad del mal clima, improvisamos una "toldería" de campaña, y nos refugiamos a tomar unos mates, mientras esperábamos que se disipara un poco la nube como para salir a hacer un poco de dunas.

Mientras esperábamos que cambie el clima con unos mates, llegó Roger, haciendo rugir su Suzuki Vitara como sólo él lo puede hacer.

En seguida Roger se fue a "calentar cubiertas" y lo propio trató de hacer Walter que ya había armado su carpa y se disponía probar su máquina, recién llegado de la ruta.

Lamentablemente, a los 5 minutos, Walter tiene un problema con la caja de cambios, por lo que debió sacar el cárdan trasero y trabando el pedal de embrague Gerardo la acomodó a tiro; con mucha pena terminaba la travesía para la camioneta, justo antes de empezar.

Esperamos un rato más y ya para el mediodía, comenzó a disipar la neblina, así que desarmamos la "toldería", reacomodamos a la tripulación de Walter en las otras camionetas y arrancamos detrás de Roger por el sendero que lleva detrás del "Monolito".

Conforme empezábamos a adentrarnos en ese mar de dunas, fuimos entendiendo lo indispensable que es contar con un guía para seguir adelante y terminar el cruce ese día, ya que él, sin GPS, tenía todo el mapa en su cabeza. De esa manera encarábamos hacia todos los puntos cardinales, pero de a poco avanzando hacia un destino de salida.

Ya se notaba la falta de afeitadora.
Ya se notaba la falta de afeitadora.

Avanzando por filos que apenas guardan el espacio para una camioneta, Roger nos lleva hasta un paredón para que, el que quisiera, probára la trepada, de hecho él lo intenta un par de veces sin éxito y Gerardo la termina encarando y subiendo.

Ya arriba, la duna se corta más de 1 metro y del salto, rompe una bieleta, que al bajar cambia en pocos minutos con la ayuda de Walter.

Solucionado el tema de la bieleta, seguimos adelante en un juego hermoso de subidas y bajadas de dunas, siempre al filo de ollas, pero con la tranquilidad de que eran relevadas antes por Roger, que si consideraba que no eran seguras, encaraba por otro lado.

Seguimos avanzando y aparece otro lindo paredón, 1º lo surfea Gerardo, y lo sube Roger, después de un par de intentos en 3º de baja infructuosos, la Hilux de Pablo lo sube en 4º de baja y Tony después lo sube de la misma manera.

Todo el tiempo recorríamos dunas, la Suzuki de Roger y la de Gerardo estában en 10 psi de presión en los neumáticos, en un momento hubo que bajar las cubiertas un poco más en las Toyotas, ya que estaban en 15 psi, y había lugares donde el terreno pedía menos.

Acá se ve una encajada que decidió luego la baja de las cubiertas.

Hubo una zona de dunas con arena muy blanda y rodeada de vegetación que exigió bastantes caballos de fuerza de las camionetas..

Se iban las horas y seguíamos montando dunas todo el tiempo, no hubo una huella para que pudiéramos seguir, Roger dibujaba todo el tiempo un track desde su cabeza, que lentamente pero sin pausa nos iba llevando hacia la salida.

Mientras avanzábamos, aparecían lugares para jugar un poco y derrapar las camionetas...

Ya hacía varias horas que estábamos dentro de las dunas y empezaban a aparecer imágenes que anticipaban la pronta salida.

Llegamos hasta la olla, justo antes de la salida y Gerardo nos regaló estas imágenes...

Salimos de las dunas, hasta el pueblo, por senderos que pusieron a prueba la suspensión de las camionetas, pero absolutamente felices por lo que habíamos logrado. Roger y Paula, su novia, nos acompañaron hasta la Huertita, la entrada al puesto desde la rp173 y siguieron camino a San Rafael, cansadísimos de todo el día de travesía.

Esa noche festejamos con chivito que nos habían cocinado en el puesto Marisa y Miguel, y regamos las anécdotas con bastante vino. Después a descansar, porque a la mañana siguiente debíamos levantar campamento e iniciar el regreso con la camioneta de Walter a tiro.

Ya levantado el campamento la foto de despedida del lugar.

Cruzando por última vez las dunas que nos separaban del puesto.
Cruzando por última vez las dunas que nos separaban del puesto.

Pasamos por el puesto, nos despedimos de Marisa y Miguel, inflamos los neumáticos y arrancamos para hacer la parada del almuerzo en un recreo municipal en el cañón del Atuel.

Tony hace punta, y encuentra el recreo, entramos y Walter y Gerardo se las ingenian para que nos presten una parrilla con carbón encendido que sirvió para calentar el chivito que había sobrado de la noche anterior.

Y después dicen que los niños comen poco....

Finalmente dibujamos un tracks inédito ,como también se muestra en la imagen satelital, siempre el recorrido fue por grandes dunas lo que hizo más extrema toda la travesía.

El resto del viaje fue sólo hacer los 1050 km que nos separaban de nuestras casas. La camioneta de Walter llegó tirada por la de Pablo a las 11.00 am del lunes 14/10 a destino escoltados por Tony y Gerardo. Y esa misma tarde, Walter con su pericia reemplaza la caja y la alista para volver al ruedo.

Las Dunas del Nihuil, son una travesía fascinante, para ir con un buen guía, con cuidado porque estas dunas de arena volcánica pueden poner trampas a la vuelta de cada trepada, que exigirán de nuestras camionetas, hasta el último aliento de sus caballos de fuerza. Pero que dejan después de cruzarlas, el sentimiento de haber cumplido una asignatura pendiente para los amantes del off-road.

                                         

                                                          Amigos4x4offroad.