Tras las huellas del Volcán Peinado. 2 días [parte 2]


La noche por suerte, no fue tan fría, el termómetro indicaba -4°. Algunos amanecimos con la preocupación de saber si realmente podríamos cruzar el salar, ya que el día anterior dos de nosotros nos habíamos encajado.

Aquí se aprecian las huellas de las encajadas que quedaron marcadas de la noche, de las cuales gracias a la eslinga pudimos salir con mucho esfuerzo
Aquí se aprecian las huellas de las encajadas que quedaron marcadas de la noche, de las cuales gracias a la eslinga pudimos salir con mucho esfuerzo

Para pernoctar habíamos ubicado las camionetas de tal forma que si soplaba  un viento fuerte, algo de reparo tendríamos;  cosa que afortunadamente, no ocurrió.

Walter sale temprano a relevar el salar y buscar posibilidades de cruzarlo, sin quedar atrapados en el barro.

Salió temprano a pie y recorrió gran parte del lugar
Salió temprano a pie y recorrió gran parte del lugar

Regresa con las buenas nuevas. Encontró una diagonal más elevada que nos permitiría salir del salar sin encajarnos.

Con sol a pleno, cruzaríamos el salar
Con sol a pleno, cruzaríamos el salar

Lo atravesamos sin problemas, en baja y con el motor alegre. Y una vez del otro lado, tomaríamos magnitud de la grieta y del lugar del que veníamos.

La grieta y la huella por donde bajamos
La grieta y la huella por donde bajamos
Señalando !!!!
Señalando !!!!

Con un día fantástico, continuamos cruzando arenales y otros pequeños salares. Seguíamos con pocas libras en los neumáticos, y eso nos facilitaba transitar en terrenos flojos, aunque por momentos las piedras nos hacían sufrir por el temor a cortar cubiertas.

Lando subiendo el arenal
Lando subiendo el arenal
Walter a toda máquina..
Walter a toda máquina..
Pablo y de fondo seguimos apreciando claramente la grieta ...
Pablo y de fondo seguimos apreciando claramente la grieta ...
Llegamos a un punto en el que debatíamos como seguir ..
Llegamos a un punto en el que debatíamos como seguir ..

Estábamos sobre el track correcto, seguiríamos por dos pequeños salares y más adelante la huella nos sacaría al extremo sur del Salar de Antofalla.

Bajamos al pequeño salar
Bajamos al pequeño salar
El salar
El salar
Cruzando el segundo salar pequeño
Cruzando el segundo salar pequeño
Un alto para observar el terreno
Un alto para observar el terreno
Ya veíamos el escorial, debíamos atravesarlo y tomar la huella hacia el sur pero antes se nos vendrían más arenales
Ya veíamos el escorial, debíamos atravesarlo y tomar la huella hacia el sur pero antes se nos vendrían más arenales
El Salar de Antofalla
El Salar de Antofalla
Los arenales
Los arenales
Salar de Antofalla
Salar de Antofalla
El paisaje es alucinante!!!
El paisaje es alucinante!!!
Estábamos en la huella que cruza el escorial, inflamos cubiertas
Estábamos en la huella que cruza el escorial, inflamos cubiertas
Asomaba imponente el volcán Peinado
Asomaba imponente el volcán Peinado
Corren varios arroyitos que vienen del oeste
Corren varios arroyitos que vienen del oeste

Estábamos llegando al lugar que tanto anhelábamos. Es increíble ver cómo, después de subir y llegar al punto más alto, se nos presenta semejante e imponente paisaje.

Alucinante!!!! Son las Lagunas del Peinado.
Alucinante!!!! Son las Lagunas del Peinado.

Después de disfrutar embelezados y conmovidos, por largo tiempo del  fantástico paisaje, debíamos seguir nuestro viaje ya que nos quedaban todavía por cruzar escoriales y un abra con más de 5000mts.

Bordeamos las lagunas
Bordeamos las lagunas

Encontramos un buen lugar para almorzar. Estábamos sobre un track seguro, habíamos logrado nuestra hazaña, basada principalmente en no bajar los brazos nunca, ante la adversidad, poniendo lo mejor de cada uno y confiando plenamente en el resto del grupo.

Así que en estas circustancias, ya podíamos festejar. Sacamos unos buenos vinos guardados para la ocasión y disfrutamos de ese momento plenamente.

La salida de las lagunas propone unos 90 mt de vega inundada que termina al filo de la montaña.

Sabíamos que otros grupos, la habían pasado mal en esta parte, pero veníamos de superar desafíos un tanto mayores y ya estábamos "relajados" gracias a la bebida espirituosa con la que brindamos. Tony encara y por radio comenta que "hay que ir bien pegado a la piedra, pero viene tranqui", así que lo seguimos y cuando todos terminamos de pasar, el comentario fue..."si, se sacudió un poco"...o ..."el estribo golpeó un poco contra el barro"...pero ninguno registró el paso por la vega como algo por lo que debíamos de haber tenido cuidado.

Vista completa del volcán con sus mantos de lava
Vista completa del volcán con sus mantos de lava
Nos despedimos del volcán agradecidos a la naturaleza por el espectáculo que nos brindaba y que quedaría grabado por siempre en nuestras retinas.
Nos despedimos del volcán agradecidos a la naturaleza por el espectáculo que nos brindaba y que quedaría grabado por siempre en nuestras retinas.
Seguimos cruzando escoriales
Seguimos cruzando escoriales
Lando medita....
Lando medita....

Esta hermosa vista convoca a la Laguna Amarga y la Laguna El Cóndor, otra muestra de los caprichos de la naturaleza, que con distintos componentes de algas por su ph, nos regala dos espejos de agua juntos y de tan diferentes colores.

Desde las lagunas hacia el noroeste, sale un track poco relevado para Pampa de Los Bayos, pero eso es una invitación para un próximo viaje.

 Vemos la Laguna Amarga y detrás la Laguna el Cóndor
Vemos la Laguna Amarga y detrás la Laguna el Cóndor
Nos alejamos y el Volcán domina el paisaje
Nos alejamos y el Volcán domina el paisaje
Estamos cerca del Paso San Francisco
Estamos cerca del Paso San Francisco
y el volcán San Francisco
y el volcán San Francisco

Nos encontrábamos cerca de la ruta nacional 60 y una vez en ella, tendríamos que recorrer casi 200km para llegar hasta la ciudad de Fiambalá.

Llegamos a la ruta de noche, terminamos de inflar las cubiertas y finalmente arribaríamos a Fiambala cerca de las 23hs
Llegamos a la ruta de noche, terminamos de inflar las cubiertas y finalmente arribaríamos a Fiambala cerca de las 23hs

Fueron dos días de travesía intensa, el primero de mucha incertidumbre y adrenalina. La noche en el Salar, quizás muy preocupados, pero nos dejó un recuerdo extraordinario e imborrable. Y es en los momentos adversos en que uno se afianza más a una amistad que cada vez es más grande y te hace salir los mejores sentimientos que tenés adentro. Te emocionás, te abrazás, te sentís apoyado en todo momento por tus amigos, compañeros de expedición; entre los cuales nunca surgió una queja pues sabíamos que iba a ser duro.

El segundo día, fue más distendido y lo disfrutamos muchísimo, esperábamos el momento de arribar y ver el imponente paisaje del Peinado y sus lagunas, que ninguna foto o video llega a reflejar en su total magnificencia.

                                                          

Amigos4x4offroad

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