Día 12: Vinchina- Cráter y laguna Inca Pillo 367km

Para llegar a Vinchina, salimos de Fiambalá a media mañana, con una buena cantidad de uvas en cada camioneta que "Tato", gentilmente nos ofreció de su viñedo, y con la confianza de llegar a media tarde. Eran 430 km de ruta pasando por la cuesta de Miranda, buscaríamos el hospedaje de Omar Yoma, recomendado por el Sr. Reynoso.

Al pasar a saludar a la gente de Gendarmería de Fiambalá y comentarles nuestro nuevo destino, nos dijeron que averiguáramos bien en Nonogasta, porque la cuesta estaba en arreglo y la solían cerrar algunos días.

Al pasar por Chilecito, nos confirman que dicha cuesta está cerrada, por lo que debemos bajar hasta Patquía, y allí giramos al oeste por la rp 150 atravesando el Parque Nacional Talampaya, hermoso camino, pero había que recorrer 220 km de más.

Entran un par de camionetas a repostar combustible en Nonogasta y al salir de la estación, por radio, Kico avisa que escucha un ruido extraño en su camioneta, paramos, revisan con Walter, y el diagnóstico no es bueno: desapareció la chaveta de la polea del cigueñal. Para seguir hay que conseguir una chaveta medialuna de Musso, o fabricar algo que sirva para reemplazarla provisoriamente.

Fuimos y vinimos varias veces entre la estación de servicio y el taller de un mecánico de motos que se disponía a dormir la siesta y cuyo establecimiento se encontraba 3 km más adelante, hasta que finalmente y con muy buena voluntad, fabricó la chaveta con una arandela grover.

Armada la camioneta, se probó que el ruido hubiera desaparecido y 4 horas después, estábamos nuevamente en camino.

Por TE logramos hacer la reserva en el Hospedaje de Yoma. Lando, que había salido más tarde de Fiambalá, tomó un atajo que nos esquivó mientras estamos detenidos por el arreglo, así que llegó antes a Vinchina y confirmó la reserva para los 19 integrantes.

La idea de llegar a media tarde para descansar, y acostarnos temprano, ya que a la madrugada siguiente nos encontraríamos con un guía, el Sr. Aldo Ruiz (que también fue contactado por teléfono mientras viajábamos y recomendado por el Sr. Reynoso), a las 5.00 am fue destruida por la cruel realidad, de llegar a las 23.00 hs, y después de descargar los bolsos y cenar unas pizzas que nos hicieron la familia Yoma, acostarnos cerca de la 1.00 am, quedándonos solo tres horas y media para dormir.

Armada esta introducción con los pormenores del viaje hasta Vinchina, nos levantamos 4.30 am. La familia Yoma nos prepara un suculento desayuno y con un encargo muy especial de Lidoro Yoma, nos vamos al encuentro de Aldo, justo donde la ruta dobla para cruzar el río de La Troya. Arreglado el precio por camioneta, se sube a la de Tony y arrancamos para internarnos en la Quebrada de La Troya. 

Cabe aclarar que para pasar por Laguna Brava, que fue declarada Reserva Natural, se debe llevar un guía habilitado de Vinchina obligatoriamente, y aunque tengamos los tracks y ya hayamos hecho el recorrido, en algunos casos, 3 veces, igual hay que llevarlo a manera de veedor.

Amigos4x4offroad es un grupo muy cuidadoso del medio ambiente y de las marcas que se pueden dejar en el suelo, si se es descuidado, pero no todos los grupos que visitan la zona se comportan igual, por lo que la provincia exige estos veedores que controlen de alguna manera a las agrupaciones de camionetas que van.

Un momento de asfalto antes de ir por Corona del Inca.

Ahora sí, ya con dirección nor-este, con el Cerro Morado a la derecha y el Volcán Veladero a la izquierda, entramos por esta amplia pampa hacia el Campo de Burritos Muertos.

Nos rodean increíbles formas de piedras dentro del arenal, pero por la gran flojedad del mismo, debemos seguir andando, ya que Aldo, el guía, nos comenta que debido a las fuertes lluvias, se forman pantanos debajo de la arena floja y la semana pasada habían quedado atrapadas 2 camionetas que tuvo que subir vialidad para rescatarlas al otro día. Comentario que Jhonson Reynoso ya nos había hecho días atrás en Fiambalá.

Vamos dejando el arenal para ir metiéndonos en el Campo de Piedras. Acá, pilotos y camionetas, tendrían doble trabajo ya que había habido varios derrumbes por las tormentas y las huellas estaban inundadas de piedras de todos los tamaños.

Cuando podemos, subimos por el cauce del río Veladero y cuando se complica, por donde encontremos más limpio el terreno.

Cuando dejamos atrás el Campo de Piedras, nos pegamos bien a la izquierda y con un terreno muy flojo empezamos a subir los últimos 400 mts.

Encontramos muchas huellas tratamos de seguir como pudimos por una. 

Desde este escalón se aprecian los penitentes que varían de color según esté despejado o con nubes del blanco al azul constantemente.

Lucas, que pareciera que la altura no lo afecta, corre hasta ellos para sacarse una foto que refleja el tamaño de los mismos.

Ya llegamos, nos acomodamos y empezamos a gozar de la increíble vista que se abre 360º . Por donde miremos, es sencillamente asombroso.

Mientras nos ponemos a trabajar en las apachetas, algunos se toman un tiempo para permitir que ese paisaje se grabe, a través de los ojos y la mente, en el "disco rígido" del corazón.

Teníamos un encargo de la familia Yoma que vivió toda la vida en Vinchina, lugar obligado de paso para quienes han visitado Laguna Brava o se han animado a Corona del Inca.

Han visto pasar muchos grupos que lo han logrado y grupos que fracasaron, pero en todos estos años, ninguno de la familia subió.

Por eso Lidoro Yoma, de 84 años, nos pide, ya que somos el único contingente que él vio que lleva la las familias consigo, que le hiciéramos el gran favor de llevar a la suya a la cima.

Claro que ya no están para subirse a una camioneta y venir, por lo que nos provee de una caja metálica, donde cuenta en un papel su historia y nos manda con 5 fotos familiares para que guardemos en una apacheta que debemos construir cuando hagamos cumbre.

Fue un honor y un placer poder cumplir con semejante pedido y traerle las fotos para que atesore en su hospedaje.

Y claro, ya que estaban los constructores "cebados", dijimos, ..."hagamos una nuestra"...así que manos a la obra, quedó nuestra impronta dentro de esta otra apacheta.

Por suerte el clima nos acompañaba y nos permitía seguir disfrutando de la cima. Algunos chicos y no tan chicos tenían aire de sobra para jugar un poco. Lucas, que parece de otro planeta y Walter que como ya sabemos es "todo corazón" lo sostiene para que no se caiga y finalmente él también realiza la vertical.

Lando y Walter comienzan a descender, ya que los más chicos empiezan a sentir síntomas de malestar por la altura. Mientras tanto Tony y Pablo, van en busca de un mirador que está más al este unos metros más arriba.

Un último vistazo, como queriendo retener por siempre la imagen, y debemos empezar a bajar.

El camino de regreso nos hunde en un silencio total de radio, algunos recuperándose de la altura a la que estuvimos expuestos, otros, grabando en sus corazones todas esas imágenes que acababan de ver, y los más acostumbrados haciendo una siestita mientras nos acercamos a la rp76.

Aldo, venía cuidando que Pablo no "abusara de la siesta" y cuando llegamos al asfalto, ya todos salen del letargo.

Entramos al refugio Laguna Brava, donde Lucas saldó una vieja promesa con el "Destapado", y seguimos para Laguna Brava, acercándonos a la orilla para contemplar de cerca el ala del avión que cayó en 1964.

Como dato de color, cuando cae el avión, Lidoro Yoma tenía unos 33 años, y se entera de la noticia del accidente, desde Salta, Códoba, Mendoza y Buenos Aires pasan la ubicación que habían transmitido los tripulantes del avión al caer en Laguna Brava. Como era fin de abril, y no había caminos relevados, el rescate de los 7 tripulantes se organiza con, 2 gendarmes, un alférez, 3 baqueanos, Lidoro y un vecino que actualmente atiende una verdulería en Vinchina son 2 de ellos y 1 médico del pueblo. Se subieron a un camión Ford Canadiense, un Mercedes y una Estanciera donde iba Lidoro y se adentraron en las montañas.

Casi tres días después de la caída, habían encontrado a los 7 tripulantes vivos y los trajeron de vuelta a Vinchina.

El avión traía ocho yeguas de carreras, preñadas desde Perú, y cuentan las leyendas, que los actuales caballos salvajes de la zona, son hijos de las sobrevivientes.

La hermosura de la Quebrada Santo Domingo, con sus formas y colores, cambiantes según la hora del día y el sol que las bañe.

Unos kilómetros más adelante, buscamos un lugar plano, antes de internarnos en la Quebrada de La Troya, para almorzar algo y luego disfrutar un exquisito café que nos convidó Sandra.

Ya en la Quebrada de La Troya, la famosa "Herradura", que hace el río Troya en su recorrido.

La gran pirámide de energía, enclavada en la montaña, una gran dosis de buena onda que nos termina de sacar lo que quedaba de somnolencia.

Llegando a Vinchina, Aldo nos lleva a visitar la "Estrella Diaguita", reconstruida según su tamaño original.

Pasamos por el puesto de Parques Naturales a la entrada de Vinchina y pagamos el arancel por haberlo transitado.

Dejamos a Aldo de camino al hospedaje, nos despedimos por poco tiempo, ya que esa noche, conversando con otros turistas procedentes de Corrientes, le conseguimos otra guiada para el próximo día.

Ya en lo de Yoma, nos dimos un buen baño, y mucho más relajados, nos sentamos a tomar unas cervezas y comer una picada que nos prepararon al instante.

Para la noche, habíamos encargado pollo al horno con papas, que hicieron de gran festín de despedida, bien regado con buenos vinos Riojanos, e historias de los días vividos. 

                                                                  Amigos4x4offroad

Como planeamos estos 12 dias de travesias.

La idea de realizar un viaje de esta envergadura nace de varias reuniones entre los integrantes de amigos4x4offroad, claro no es fácil se debate los pormenores de cada recorrido, se toma en cuenta muchos detalles que en definitiva solo se experimentan a medida que avanzamos en las travesías, nos vamos preparando según imaginamos lo que podría ser. Para esta aventura teníamos 5 días viajando en altura acampando en lugares donde no contamos siquiera con el elemento vital del agua, de ahí que tenemos que calcular muy bien los litros para beber, cocinar y asearse que se necesita para cada persona y por día, también tomamos en cuenta la posibilidad de alguna emergencia médica, solo podemos llevar medicamentos básicos, oxigeno y una persona preparada para los primeros auxilios, el factor mecánico, llevando algunos repuestos, herramientas de todo tipo y una persona con experiencia en mecánica, muchos elementos de rescate, 2 auxilios extras por vehículo, combustible para 1200 km de travesías después del último abastecimiento donde la utilización de la baja es primordial calculando un consumo extra del 50 %, y de hecho, lo comprobamos. Estudiamos los mapas topográficos y satelitales, los factores climáticos que muchas veces nos juegan en contra y obligan a un plan “B”, esto y muchos detalles mas pensando que vamos en familia. Fueron 12 días casi seguidos en travesía, nadie dudaba que iban a ser agotadores, teniendo en cuenta las muchas horas por día en los vehículos en terrenos hostiles, aun así  pudimos hacer los recorridos. Este grupo ya se conoce, sabemos como piensa cada integrante, los pilotos, nuestras mujeres que nos acompañan, los chicos y chicas verdaderos pibes 4x4.


                                                                      


Como pensamos ! que sentimos!

El final de cada travesía nos enseña que trabajar en grupo es primordial, sabemos que ante cualquier situación adversa nadie debe dudar en actuar en forma solidaria, el apoyo hacia el compañero de travesía es fundamental para seguir forjando nuestra amistad.     

Estos casi 2300 km entre salares y volcanes fueron un verdadero reto que nos llena de orgullo, por cierto quedaron travesías inconclusas que por temas mecánicos y climáticos no se pudieron realizar, pero ya estamos planeando volver para concretarlas, nos gusta la aventura nos gusta la amistad, compartir emociones y nuevas experiencias, es nuestra forma de ser y pensar.

                                                               Amigos4x4offroad.