Fiambalá a Antofagasta de La Sierra por Papas, Cordillera de San Buenaventura, campo de piedra Pómez y escorial del volcán Carachi. Pcia. de Catamarca.

Son las vacaciones de invierno en Argentina y este lunes 20 de julio hay un grupo de amigos 4x4 dispuesto a dejar la comodidad del hospedaje El Terebinto para iniciar una travesía de todo el día.

El grupo está conformado por:

Freddy, Jackie, Nahuel y Avril. Musso TDI.

José Luis, Teresa e Ignacio. Toyota Hilux.

Tony y Sandra. Toyota SW4.

Pablo, Andrea, Lucas y Zarina. Toyota Hilux.

Seguramente, y si no hay contratiempos llegarán a Antofagasta de La Sierra de noche, cansados por casi doscientos cincuenta kilómetros de pura travesía, pero pasando por increíbles terrenos y paisajes que jamás se borrarán de sus mentes ni de sus corazones.

Así que temprano, poco más de las nueve  de la mañana, el grupo está en marcha por la rp34 al norte.

Al igual que el día anterior, pasan por Medanitos, pero esta vez siguen hasta Palo Blanco, donde se van a aprovisionar de golosinas para poder dejar cuando pasen a visitar a los niños de Las Papas.

A poco de entrar por el sendero que deja la rp34, comienzan los primeros vadeos de los noventa que deberán realizar hasta llegar al pueblo.

 

En esta época los ríos se encuentran con poco caudal.

Entrando al pueblito se nos viene a la memoria aquel Enero de 2012 justo bajando por la cordillera San Buenaventura nos sorprendió  una fuerte tormenta que duro toda la noche,los Papeños nos dieron lugar para cenar y pasar la noche,es asi que todas las veces que podamos siempre pasamos a saludarlos y dejarles algo.

Un increíble recorrido que deja sin palabras al que lo realiza por primera vez, pero que no deja de encantar y fascinar a los que ya lo han recorrido en más de una oportunidad.

Adela, la hija del cacique Jaime los sale a recibir, ella y sus hijos están viviendo ahora en Palo Blanco, por la escuela secundaria, pero vino a pasar las vacaciones de invierno con su gente.

Después de un intercambio de chismes, Amigos4x4 y la gente de Las Papas se conocen desde hace varios años, reanudan la marcha cruzando por última vez el río Papas, para empezar a trepar de lleno la cordillera de San Buenaventura.

Freddy jugando a las bolitas con los chicos.
Freddy jugando a las bolitas con los chicos.
Dejando el pueblo de Las Papas. Un último vadeo al río Papas antes de empezar a trepar la cordillera de San Buenaventura.
Dejando el pueblo de Las Papas. Un último vadeo al río Papas antes de empezar a trepar la cordillera de San Buenaventura.
Trepando la cordillera de San Buenaventura.
Trepando la cordillera de San Buenaventura.

Los veintisiete kilómetros que recorren la cordillera compiten cada metro por cuál es más hermoso, los paisajes se suceden unos a otros y es imposible determinar cuál es el más impactante.

Las camionetas se mueven con mucho cuidado, ya que las últimas lluvias han dejado varios derrumbes en el filo, y las piedras sueltas restan tenida en las abruptas trepadas.

En la parte que se baja a una quebrada, se arma junto a un arroyo de montaña el almuerzo, disfrutando del paisaje y el clima que dejó las nubes detrás de Papas.

Cuando ya están por salir, aparece un grupo de dos camionetas y dos cuatriciclos, con los que tienen una breve charla.

Esta gente, de Córdoba Capital, intentaban llegar a "Los Hornos", zona de aguas termales que están al oeste de la salida de San Buenaventura.

Se les explicó que todavía le quedaban veinte kilómetros de cordillera, y que por la cantidad de piedras sueltas les llevaría casi dos horas, luego el desvío a las termas, que el grupo de Amigos 4x4 todavía no había hecho, por lo que no le podía aportar datos del estado de la huella, pero que debían calcular no menos de cinco horas para volver a ese punto.

Ellos no querían salir de Las Papas de noche y hacer los noventa vadeos a oscuras, así que dijeron de seguir unos kilómetros más por si mejoraba la traza del camino y de lo contrario, pegarían la vuelta.

Ellos arrancaron y cuando el grupo terminó de guardar los elementos del almuerzo, reiniciaron la marcha con rumbo a la laguna Alumbrera.

Una media hora adelante, en una pequeña explanada que hace de mirador, se volvieron a cruzar con los cordobeses que ya pegaban la vuelta, ante la obviedad del camino dificultoso y el tiempo que no sabe de trampas.

Una pareja de cóndores acompañan a las camionetas un trayecto, como escoltándolas en su territorio.
Una pareja de cóndores acompañan a las camionetas un trayecto, como escoltándolas en su territorio.

Para cuando las camionetas bajaron de San Buenaventura, Pablo encuentra la ciénaga un poco más grande producto de las intensas lluvias de días anteriores, y prueba por un costado hasta que pide malacate por radio.

Desempolvado el malacate de Tony, siguen la marcha. 

Ahora se presenta la disyuntiva de la laguna Alumbrera, serían casi dos horas más y todavía falta un buen tramo hasta el campo de piedra pómez, hacen las cuentas y para aprovechar la luz del día en el campo, deben dejar la visita a la laguna para una próxima vez.

Acá la foto hecha WP donde se desvía a la Alumbrera.

Siguiendo al nor-este, se internaron definitivamente en los arenales, que estában bastante cómodos de transitar, en otras oportunidades habían tenido que desinflar las cubiertas, pero esta vez prácticamente no hizo falta.

Por fin llegan hasta el campo de piedra pómez, en la zona de los grandes bloques.

Con el volcán Carachi de fondo, y el atardecer que ya está con sus últimas luces, encaran al escorial.
Con el volcán Carachi de fondo, y el atardecer que ya está con sus últimas luces, encaran al escorial.

Abandonan el campo de piedra pómez, atravesando el arenal con un sol de frente,  que impide poder seguir fehacientemente el track en sus gps, guiando las camionetas como barcos en una tormenta, solo que las olas acá son de arena.

Viniendo del Peñon y casi en la puerta Este del campo de piedra Pomez se encuentra este gran Médano de arena por el cual una empresa minera intenta la aprobación para su explotación. Hay un petitorio que busca impedir que se concrete este proyecto y al cual Amigos4x4offroad se adhiere plenamente.

Llegando al Volcán Carachi , todavía queda atravezar el escorial, el salar y bordear su laguna .

Ahora les queda un kilómetro de suelo de piedra pómez y salar antes de entrar al manto de lava, que pondrá a prueba la resistencia de la amortiguación de las camionetas y sus ocupantes.

Ya el ingreso al escorial se hace con las últimas luces de ese maravilloso día y los sesenta y cuatro kilómetros que los separan de la hostería Municipal de Antofagasta de La Sierra, se transforman en una interesante travesía nocturna.