Salar del Hombre Muerto, Ruinas Jesuíticas, Salar y Laguna De Caro. Pcia. de Catamarca.

Amigos 4x4 había pasado en un par de ocasiones por el salar del hombre muerto, pero en esta oportunidad, nos interesaba especialmente unas ruinas Jesuíticas que se encuentran bastante cercanas a la rp43, y que en viajes anteriores, por llegar siempre con los tiempos desfasados, habíamos pasado de largo.

Salimos de la hostería de Antofagasta de La Sierra poco después de las nueve de la mañana, habiendo "cargado baterías" con un suculento desayuno.

La mañana se presentaba muy fría pero con un sol prometedor para el resto del día.

Salimos al norte por la rp43, con la vega ADLS a nuestra izquierda hasta Paycuqui, donde dejamos la vega para trepar unos cientos de metros y obtener unas hermosas vistas panorámicas de la misma.

Desde el cerro recién trepado, una vista hasta el volcán Antofagasta.

El camino sigue rodeados de campos de piedras Tobas, increíbles moles del tamaño de edificios de color rojo, que abundan a ambos costados.

Avanzando por la rp43 pasamos junto un arroyo congelado, el cono sin nombre de 4160 metros de altura a nuestra derecha y a nuestra izquierda el salar y laguna De Caro, que a nuestro regreso visitaríamos bien de cerca.

Para llegar finalmente al Salar del Hombre Muerto

Y descendimos al salar en busca de las ruinas Jesuíticas.


Pasamos primero por un pequeño cementerio.

Para encontrarnos finalmente con las ruinas Jesuíticas que veníamos buscando.

Las recorrimos por dentro.

Completamente distendidos con el Salar del hombre Muerto como paisaje de fondo, Tony y Pablo, se relajan para disfrutar de una buena picada.

El sol, ese increíble poncho de los pobres, nos animó a armar la mesa al descampado y organizar el almuerzo.

Siempre hay motivos para un buen brindis....¡Salud!
Siempre hay motivos para un buen brindis....¡Salud!

Después de unos exquisitos fideos con salsa bien cocidos en las ollas a presión, recorrimos las ruinas comprobando los distintos sectores de donde en otros tiempos se extrajo oro. 

Hasta un colador de pepitas en un zanjón de agua fue hallado por los chicos.

Las ruinas están ubicadas sobre un cerro con oro ,y la mina denominada Incahuasi fue antiguamente explotadas por los Incas y después por los jesuitas ,hay grandes cuevas ,hornos de fundición y hasta una iglesia.

Tony investiga una cueva.

Estas tierras amarillas son nombradas en los mapas mineros como "anomalías", vistas desde fotos satelitales.

Conforme se iba levantando un viento proveniente del norte, fuimos juntando nuestras cosas y volvimos al camino, en búsqueda del salar y laguna De Caro, al cual nos arrimaríamos hasta su orilla e intentaríamos el regreso a la rp43 a través de un abra que ahorra unos cuántos kilómetros al no desandar lo hecho para bajar a la laguna.

Bajamos del camino y ya estamos en la orilla de la laguna De Caro.

En medio de tanta aridez, estas formaciones espinosas como únicos centinelas del paisaje, usan sus púas para alejar a cualquier tipo de intruso.

Aprovechamos a calentar agua para los termos, de seguir bordeando el salar hacia el sur-oeste nos llevaría hacia los Colorados y Antofalla , pero esto quedará para una próxima travesía.

Tony se adelanta buscando la salida hacia la RP43, en el tracks de Viajeros figura una huella, esto nos ahorraría tiempo y km, finalmente se adentra en una quebrada que parece ser una posibilidad, avisa y espera al resto del grupo.

Apenas puntitos en la inmensidad del paisaje se los ve venir para agruparse.

No se ven huellas, pero el GPS nos indicaba que íbamos en dirección a la ruta.

Los bloques de piedras seguramente de derrumbes de las laderas no nos presentaron inconvenientes para sortearlas.

Las sombras se estiran , todavía nos quedan algunos km hasta encontrar el cruce.

En algunos tramos se muestra una huella y luego se pierde, seguramente hace mucho tiempo que nadie transita por acá.

Estamos dejando la parte estrecha de la quebrada ahora el paisaje se abre, hay que pasar la lomada que tenemos por delante y nos toparíamos con  la ruta.

La salida por el abra fue muy tranquila, algunas piedras sueltas y algunas piroclásticas como fieles testigos de antiguas erupciones que arrojaron desde algún volcán vecino.

 


Llegamos a la rp 43 y volvimos a pasar por un cartel que decía "Paraje", ahora que volvíamos la huella salía a nuestra izquierda y descendía hasta perderse de nuestra vista.

Un par de consultas radiales y ya estábamos todos enfilado por la huella.

Hasta donde pudimos llegar con las camionetas, el resto había que hacerlo a pie, hasta las casas en la vega.

Salimos del paraje remontando la huella y ya encaramos directo a Antofagasta de La Sierra.

Todavía el cielo nos guardaba una última postal para nuestros ojos para un día que ya se estaba terminando.

Por la noche cenamos en la Hostería algo cansados,  pero con buen ánimo; en plena sobremesa la charla se concentraba en lo que sería al día siguiente una próxima travesía.                                                        

                                                                                                                                                                         Amigos4x4offroad