Desde ADLS a Paraje La Brea por track nuevo.

Amanece en ADLS, pasamos la noche en el Pucará de David Bustos.
Amanece en ADLS, pasamos la noche en el Pucará de David Bustos.

Luego de un suculento desayuno, y haber cortado el chapón que cubría la caja de cambios de La Cabra, restándole ventilación y provocando el deterioro del líquido de embreague; estábamos dispuestos a realizar el track a La Brea, por la Cordillera de Calalaste y el Salar de Los Ratones. Pasamos casualmente por el almacén de V.Vazquez y al enterarse de nuestro destino, nos pide que le llevemos una caja con vituallas a su madre y hermano, que son dos de los seis habitantes de La Brea.

Por supuesto accedimos de muy buen gusto a poder brindarles la posibilidad de alcanzarles algunos insumos de su necesidad y mientras preparan la caja, Vicente consulta a Andrea por dónde llegaríamos a La Brea. Ella después de decirle por el salar de los Ratones, recibe una explicación que prefiere compartir con Tony y Pablo, así que dibujo mediante, Vicente les explica un nuevo track que utiliza él, desviando desde la Quebrada del Diablo, donde "...la tierra cambia de color y se pone negra...", rodeando el volcán al que Amigos 4x4 bautizó Volcán del Diablo, ya que no encontramos nombre en mapa para él, y saliendo al Salar de Antofalla, justo enfrente de la vega Orohuasi.

Las camionetas entrando a la Quebrada del Diablo.
Las camionetas entrando a la Quebrada del Diablo.

Recorrimos un par de vegas y mas adelante donde el color del suelo cambiaba buscamos la "Y".. Veamos acá tengo el mapa que nos dibujo Vicente !!!,...... alguien dijo "está clarito es por allá", donde????..ante la mirada incrédula de los demás, la respuesta fue confiar en la intuición que solo los años de experiencia nos dio y encaramos al sudoeste, sin huellas visibles a esa "Y" que nunca vimos.

Mas adelante por fin aparece el "Volcán del Diablo", además nos encontramos con muchas huellas, una pena, ahora sabemos que vamos bien.

Pasamos de la tierra roja de la Quebrada del Diablo a la arena volcánica y escorial del volcán que queda oculto tras un cerro, por eso no fue nombrado y al cual bautizamos Volcán del Diablo, verdadero dueño y señor de todo el material desparramado en la zona, tenemos que bordearlo 

Dejamos esa vista privilegiada del volcán, y continuamos por su escorial, siempre rodeándolo en dirección del salar de Antofalla.

Y empezamos a despegar del volcán y su cráter ya en dirección netamente oeste, al salar de Antofalla. Dada la hora, decidimos parar para almorzar, para después encarar la última parte del trayecto.

Recargamos energías y vamos directo al filo que nos bajará frente a Orohuasi.

Tincho y Gerardo se pierden con la polvareda que genera el suelo de ceniza volcánica 

Cerro Aguas Blancas ( centro de la foto)

Cerro Vallecitos

Una imagen única, frente a varios de los "seismiles" de la zona, con el salar de Antofalla a nuestros pies y en su orilla oeste la vega Orohuasi, postales que nunca antes habíamos visto en ningún relato, y que nos dejaron varios minutos sin palabras, con el solo sentido de la contemplación.

Pero, la idea era llegar a La Brea y armar campamento con buena luz, así que empezamos a bajar.

Tony empieza una bajada...
Tony empieza una bajada...
Y sigue bajando...
Y sigue bajando...
Y seguimos bajando al salar...
Y seguimos bajando al salar...

Cerro Vallecitos y Cerros Colorados, más a la derecha el Nevado Leon Muerto, mas al centro y abajo Tincho se mimetiza como una piedra en el paisaje, solo lo delata la polvareda que el genera.

Con buen zoom y algo de reververancia vemos la Vega Orohuasi y su arboleda.

Luego de bajar bastante, aclarando que algunas pendientes merecerían ser "sólo bajadas" en los mapas, vamos llegando al salar; los vehículos son apenas puntos negros en la inmensidad del paisaje.

Bordeando el Salar.

Parece que el salar termina en un mar negro, es solo la sombra de una nube.

Comenzamos a cruzar con algo de temor, ya que las huellas de Vicente acá se borran bastante, apenas adivinábamos por donde pasar, con las dudas que se hiciera fangoso y tuviéramos que buscar por otros lados.

Durante el cruce del salar de Antofalla, el majestuoso Peinado, a nuestra izquierda, controlando el paso lento de las camionetas. En un par de días, iríamos a visitarlo y honrarlo como se merece.

Por suerte cruzamos sin contratiempos, solo respetando el terreno, que insistía en batir a las camionetas como si quisiera hacer algún cócktel con ellas. Salimos trepando grandes médanos, volvimos a bajar a un resto del salar y por fin, empezamos a trepar para el paraje La Brea.

Tincho, con los amortiguadores traseros de la Chero, totalmente detonados, debía redoblar el esfuerzo en las trepadas, metiendo muñeca y HP. Lo que después nos demostraría que a Tincho, lo alimentaríamos con doble ración de comida, pero a los HP, lo único que los conformaría en mucho más combustible.

 Después de tanta aridez, la vida se hace presente en este lugar.

Manada de llamas nos miran curiosas.

La caravana se desplaza a buen ritmo.

A esta altura no se veían huellas, las que nosotros  generamos y todos arriba de las misma.

Por fin apareció el paraje ante nuestros ojos. Los habitantes humanos no estaban, sólo los animales pastando, unos días después nos enteraríamos que habían ido de visita a la vega Las Quinuas, de la familia Alancay. La caja se la dejamos dentro de una capillita.

Con buen horario armamos campamento, el gazebo comedor una inversión muy necesaria para refugiarnos cuando el frío se hace sentir.

Salimos luego de terminar de armar el campamento a estirar las piernas, una caminata hasta un salar donde desemboca la vega.

Tony festeja lo que fue un gran día de travesía, Lucas lo mira azorado, pensará, sera la altura?.....

Lucas y Gerardo lavando los utensilios, solo con arena volcánica para no contaminar el hilo de agua termal.

Aprovechando el agua termal que baja la montaña.
Aprovechando el agua termal que baja la montaña.

Luego Sandra, como de costumbre, improvisaría con los elementos disponibles, una rica cena, siempre ayudada por Romina y Andrea, y los chicos, dispuestos a colaborar contribuyendo a la buena onda del grupo.

Nos fuimos a dormir temprano, estábamos cansados pero muy contentos con el nuevo track, Vicente Vasquez nos anticipo que ahorrariamos unas tres horas al llegar y fue así además de hermosos paisajes nuevos que pudimos descubrir, este track se lo enviamos a mapas de Viajeros.

 Al otro día, habría que levantar campamento temprano, para llegar hasta el mirador 1( 5300 msnm) de Pampa de los Bayos y hacer la bajada de Eduardo en el 2010, en busca de una salida por la XX74.

 

                                                                                                                                                              Amigos4x4offroad