Cafayate a San Antonio de los Cobres por el Abra de Acay

Después de buscar intensamente alojamiento en Cafayate (cuyos precios eran bastante más altos que en el resto del NOA), conseguimos una casa para albergar al grupo con buena comodidad y buena cocina, lo que le permitió a Noelia lucirse con una cena espectacular.

Dormimos de maravilla y por la mañana partimos por la R40, para las Quebradas: Salia, El Estanque, de las Flechas y Sayas, donde una innumerable variedad de formas, talladas pacientemente por el agua el viento y el paso del tiempo, nos acompañaron dándole un toque mágico al camino.

Embelezados con el paisaje nos encotramos con uno de los dueños absolutos del lugar. Majestuoso, nos observa durante un tiempo, para acudir luego al llamado de su especie. Un verdadero regalo para nuestra vista y nuestros corazones.

Arriba se observa a su pareja, reclamando la atención, dispersada por nosotros.
Arriba se observa a su pareja, reclamando la atención, dispersada por nosotros.

Conforme avanzamos al norte, lentamente vamos subiendo varios metros sobre el nivel del mar, de los 1700 mt de Cafayate a los 3000 mt de La Poma, a los 3500 mt de Esquina Colorada, para abordar ya los 4000 mt en el ascenso al Abra de Acay.

 

Mientras disfrutábamos del buen clima a los casi 5000 mt del abra, nos visita, quién dedujimos es el Cancerbero del Acay.

Dejamos a nuestro amigo descansando y comenzamos el descenso a San Antonio de los Cobres.
Dejamos a nuestro amigo descansando y comenzamos el descenso a San Antonio de los Cobres.

La bajada fue muy tranquila y llegamos al hospedaje de un viejo amigo, Sergio, de Nueva Esperanza, donde siempre nos trata de maravillas y cocina de lo mejor.

Después de una cena bien "regada", nos fuimos a dormir para encarar temprano nuestro viaje a la estación Caipe.