Campamento en sierras de Vazquez hacia Angastaco por paso Diaguita. Salta. 3º parte.

Esta mañana nos vamos levantando temprano para encarar un día largo y complicado. Dormimos en las camionetas porque la lluvia no nos dejó armar más que el gazebo. 

Se limpiaron las ollas de la polenta de al noche anterior en el arroyo y algunos aprovecharon a darse un baño en la correntada helada pero limpia que nunca cesa de correr.

Salimos en busca del puesto don José, desde donde giraríamos noventa grados por la vega y los coirones y dirigirnos al falso puesto Compuel y luego subir a la codillera Diaguita, un paso solo para animales que ya habíamos hecho el año pasado y esperábamos poder hacer éste también.

La única alternativa era sólo pasar, ya que de lo contrario, habría que volver hacia atrás y desandar todo lo hecho en los dos días anteriores.

El avance es lento, seguimos recorriendo filos cargados de piedras, que no nos permiten errores, ya que abajo siempre está el arroyo y para arriba las grandes piedras nos niegan cualquier intento.

Nos vamos metiendo en una vega que nos lleva directo al puesto Don José o verdadero Compuel.

Pablo y familia la recorrieron solos, el enero del año anterior, en sentido contrario y recordaban que en esa oportunidad había menos agua.

Ahora se presentaba una vega caudalosa con muchas más trampas para las ruedas de las camionetas, escondidas  en el curso de agua.

Pronto empiezan las encajadas y alguna destalonada también, lo que hace mucho más lento el avance del grupo.

Vamos superando problema a problema y Zari vadea caminando el final de esta vega, justo hasta el puesto Don José.

Ahora confirmado el paso encara Tony y el resto del grupo va yendo para empezar a girar los 90° y entre coirones y vegas a buscar el puesto de falso Compuel.

Avanzar entre coirones que pasan el metro de altura no solo alenta el desplazamiento del grupo, sino que genera un  permanente peligro en los bajos de las camionetas (caños de freno, de bloqueos, instalación eléctrica etc.) además de rayar todos los laterales.

Pero como no hay elección, debemos pasar por ahí. Y por ahí pasamos!.

 

La vega que no perdona.

Entre altos Coirones
Entre altos Coirones

No paramos para almorzar, cada uno se fue arreglando como pudo, comiendo algo dentro de las camionetas y después de luchar en otro par de vegas, llegamos al famoso corral donde en enero del 2020, Jorge y Elena quedaron dos días con la camioneta rota a la espera del regreso de Pablo y familia trayendo ayuda y un precap nuevo.

Eran las 14.30 hs y quedaba por delante el paso Diaguita y la vuelta por un cauce de río de Gualfin a Angastaco.

 

Esa noche en Angastaco nos esperaba un chivito al horno  que nos prepararían Mónica y Sergio, los dueños del Hostal Los Colorados, dos excelentes personas que nos brindarían una invaluable ayuda los días siguientes.

Puesto Compuel. Salta.
Puesto Compuel. Salta.

Pasamos entre el campo de coirones justo antes de la vega, donde comienza la trepada del paso. Lo encontramos cerrado con una cerca de alambre, como guarda ganado.

Con cuidado despejamos el paso y después de pasar las cuatro camionetas, volvimos a cerrarlo perfectamente.

Comienzan las trepadas por piedras, las que seguramente con las lluvias de los días anteriores se habían desplazado y que más que un paso de animales parecían una barricada para camionetas.

Pasa Tony y desacomoda una gran piedra que obstruye el paso de la toyo de Pablo, pero justo se larga una tormenta de garrotillo (granizo muy pequeño) que nos hace esperar un rato hasta que pase.

Luego con malacate sale de esa posición, corrimos la piedra y seguimos adelante por este fino paso lleno de obstáculos y bordeando el precipicio.

Vamos desandando este paso con momentos donde hay que bajarse a guiar y momentos que se avanza desde las camionetas, aunque estos nunca sean de más de 200 metros seguidos.

 

Camino muy angosto
Camino muy angosto

Nosotros avanzamos lentamente pero el tiempo no y empieza a irse la tarde.

Tony viene reportando por radio falta de frenos, se le encienden las luces del ABS y la camioneta no está frenando bien.

Estamos a unos dos kilómetros de salir del filo cuando nos comunica por radio que ya no frena más, que está usando el freno de mano continuamente.

Jorge lo eslinga para irlo reteniendo y Pablo de adelante le hace de tapón en caso de que se corte la eslinga.

Así por fin el grupo baja del paso, cruzamos abajo con la comunidad que nos saluda jovialmente y seguimos para ir a Angastaco.

Nos bajamos a festejar, pues acabábamos de cumplir la parte más extrema de las travesías de estas vacaciones, y ahora a brindar en Angastaco con el chivito.

 

Pero Tony revisa su rueda delantera izquierda y está recostada contra el espiral, tenía el rulemán de rueda destrozado, ello ante la mirada atónita del grupo.

Guiye encara el desarme que confirma las sospechas, el rulémán de rueda roto, disco de freno y pastillas y los retenes del semieje aparte del porta masa y el sensor de ABS.

La noche avanza y se hacen la 1:00 am, entonces decidimos separamos en dos grupos, uno conformado por Tony y Jorge, quedaron allí, mientras que Pablo y Guiye salen para Angastaco con la idea de ir bien temprano en la mañana a Salta a comprar los repuestos.

Se despiden los dos grupos y los que van para Angastaco tienen que empezar a sufrir los cambios realizados por una pista de aterrizaje, que figuraba en mapa pero que ahora había cerrado la posibilidad de atravesar, por lo que se encuentraron con varios caminos que cerraron con terraplenes el track que tenían marcado y que iban a recorrer.

En la figura del track, se observan las idas y venidas que tuvieron que hacer para terminar dando un rodeo hasta la rp53.

Finalmente llegaron a Angastaco a las 3.30 am. Mónica y Sergio dueños del Hostal Los Colorados, habían guardado la comida y la mesa estaba todavía servida en la galería.

Se acostaron con la premisa de levantarse a las 7:00 am para conseguir un mecánico y viajar 290 km hasta Salta a  comprar los repuestos, volver los 290 km hasta Angastaco, y si contaban con un mecánico mucho mejor, pues lo llevarían a Gualfin para armar la camioneta y volver todos juntos.

 

                                                                                                                                        Amigos4x4offroad