Laguna Escondida a campo de ignimbritas frente a las lagunas del volcán Peinado.

Por la mañana, después de estar casi 12 horas dentro de las carpas, vamos asomando de a poco, y nos encontramos con una gran cantidad de escarcha que cubre nuestras camionetas. 

Guille se fija en el marcador del tablero y acusa - 5ºC . 

La verdad es que con el sol no parecía, pero había cinco grados bajo cero, lo que justificaba que la escarcha no se derritiera hasta una hora después.

Recorriendo la laguna para estirar las piernas, Pablo se encuentra con un grupo de Parinas que ofendidas por la visita deciden remontar vuelo y dejarlo solo.

Esperábamos con ansias que Tony y Sandra estuvieran mejor, pero la realidad es que no habían podido descansar bien de noche y seguían muy afectados por la altura.

Nuestra idea era salir de la laguna y enfilar para Pampa de los Bayos, buscando una posible XX71 y de no encontrar paso, buscar bien al noreste, donde ya anduvimos recorriendo el año anterior.

Pero esto implica transitar por los 5000 mt de altura snm o más, desconcertado Tony por este malestar ya que muchos años recorriendo alturas y en esta oportunidad seguía sin poder retener un vaso de agua, así que pasamos a un plan B.

Decidimos dejar Pampa de los Bayos para otra oportunidad y bajar unos metros para acampar esa noche en nuestras queridas Lagunas del Peinado.

Estábamos a 4400 mt snm y dormiríamos en el campo de ignimbritas frente a las lagunas a 3600 mt snm.

Esos 800 mt esperábamos que les devolvieran la compostura a nuestros amigos.

Pero primero, teníamos que salir de Chile y cruzar la cordillera.

 

Ya con el consenso del grupo para el plan B, salimos en busca del track por donde terminamos entrando el día anterior.

Debido a que no habíamos podido entrar por el sur y si por el norte, nuestra lógica, algo afectada por la altura, nos llevó a probar lo conocido el día anterior.

Así que cuando faltaban 300 metros para pasar el abra, encontramos una pendiente bastante inclinada que en las primeras pruebas, deslizaba de costado a las camionetas.

Se decide probar con la camioneta que tiene doble bloqueo y ver cómo pasa el abra, cuyo nombre es Abra Escondido.

El grupo que observa desde abajo considera que para las camionetas que no tenían bloqueo delantero, se les podría complicar, que mejor sería probar salir por el sur, por donde ya sabíamos que no se podía trepar para entrar, pero bajar en estos terrenos no es lo mismo que subir, así que nos juntamos nuevamente, Pablo baja lo trepado y el grupo vuelve para tratar de completar la salida por el lado sur.

En caso de encontrar la misma dificultad que el día anterior para entrar, volverían en busca de ésta salida y a trabajarla lo que fuera necesario.

Rodeamos la laguna por el oeste y al final encaramos al este, a la cordillera, para trepar lo necesario para salir de ahí.

Por suerte, con el track dibujado del día anterior, vamos comprobando que nos vamos acercando al punto donde Pablo no pudo seguir subiendo, lo cual quería decir que ya empezaría la bajada, y que teniendo mucho cuidado con la piedras que atentaban continuamente con nuestras cubiertas, iba a ser sencilla en sentido inverso.

Por fin se alinearon los planetas, ya habíamos salido sin mayor dificultad y ahora encararíamos para las Lagunas del Peinado.

Teníamos que desandar parte de lo que habíamos hecho el día anterior, y desviar para los pozones y encarar al este  para el campo de ignimbritas, donde después de atravesarlo, nos dejaría junto a las lagunas del Peinado.

Uno de los grandes pozos, se cree hechos por el agua que corrió por abajo, generando estas grandes depresiones.
Uno de los grandes pozos, se cree hechos por el agua que corrió por abajo, generando estas grandes depresiones.
Pequeña laguna de color vino tinto
Pequeña laguna de color vino tinto

Dentro del campo de ignimbritas, el suelo arenoso está flojísimo obligando a bajar unas libras de aire y darle bastante rpm en los lugares más complicados.

Ya aparece el volcán Peinado, custodiando y vigilando a quienes transitan sus dominios.
Ya aparece el volcán Peinado, custodiando y vigilando a quienes transitan sus dominios.

Finalmente acampamos en un lugar ya familiar para el grupo, y con menos altura, ya Tony y Sandra se fueron sintiendo mejor, así que habíamos decidido bien. 

Al día siguiente, después de un buen descanso, nos iríamos a Antofagasta de La Sierra, atravesando el salar de Antofalla y visitando algunas vegas.