Antofagasta de la Sierra a Mina La Casualidad y Mina Julia. Catamarca y Salta.

Nos fuimos de Antofagasta de la Sierra después de despedirnos de Leo y Dani, que por rotura del turbo se volvían a Buenos Aires. 

Bajamos hasta el bifurcación de la Quebrada del Diablo, y después de adentrarnos en ella, nos desviamos por el track que hicimos por primera vez hace unos años, hacia el Salar de Antofalla, a la altura de la vega Orohuasi.

En las dos primeras fotos se ve el volcán que nosotros bautizamos, Volcán del Diablo y las tres fotos siguientes muestran la gran bajada al salar, la salida del salar a la altura de Antofalla y el paisaje que se puede apreciar desde el abra, antes de la bajada.

La idea era seguir hasta Mina la Casualidad ese día, pero trepando del salar de Antofalla la camioneta de Pablo se plantó y no quería arrancar.

Primero creíamos que era combustible, luego la distribución, así que con cuarta fija bajamos de nuevo hasta Antofalla y ahí con señal, nos comunicamos con Leo y Dani que estaban ya regresando y nos indicaron que hacer para resolver el problema.

Luego de constatar que la distribución estaba bien, probamos con el MAP (medidor de presión absoluta) de la SW4 de Chiquito y como arrancó perfectamente, limpiamos con alcohol el de la Hilux y se solucionó el problema.

Otra vez Leo y Dani nos salvaban de tener que abortar la salida.

Así que nos quedamos en lo de Julia Reales a pasar la noche y al otro día seguimos rumbo a Mina La Casualidad.

El viaje fue hermoso, primero cruzando parte de la cordillera en los 4500 metros de altura promedio, y luego ya bajando al salar de Archibara, pasando por todo tipo de paisajes que van desde la puna cordillerana, pasando por escoriales, salares y montañas de tan variados colores, producto de la composición de sus minerales.

Nos instalamos en la iglesia, como siempre y seguimos para Mina Julia para aprovechar que todavía era temprano.

Al regreso tuvimos la visita de los tripulantes de dos camionetas que también venían de Antofagasta de la Sierra pero por Cono de Arita, con los cuales compartimos la iglesia para que pasaran la noche también. 

Sandra como siempre nos tiene acostumbrados, cocinó unos fideos con tuco que fueron la delicia de la noche.