Andalgalá a Cafayate por cuesta de Capillitas.

Con la lluvia completamente disipada, salimos temprano con el temor de que vialidad nos impida el paso en caso de haber habido grandes derrumbes en la cuesta.

Por suerte, al poco de empezar a trepar, nos cruzamos que gente de vialidad que nos aseguraban poder seguir hasta "el globo" (nunca supimos a qué lugar se referían), y que de allí en más....no sabían.

Así que dejamos los malos pensamientos atrás y nos internamos en lo que sería una de las más lindas cuestas transitadas.

En el fondo de la imagen se observa, la ciudad de Andalgalá.
En el fondo de la imagen se observa, la ciudad de Andalgalá.
Si bien encontramos bastante agua en muchos sectores, pudimos seguir transitando sin peligro.
Si bien encontramos bastante agua en muchos sectores, pudimos seguir transitando sin peligro.
Un hermoso punto de la cuesta, donde podemos ver el paisaje a ambos lados de la montaña y compartimos el momento con la fauna local.
Un hermoso punto de la cuesta, donde podemos ver el paisaje a ambos lados de la montaña y compartimos el momento con la fauna local.

Seguimos por la cuesta y al pasar por un puesto, una chica sale al encuentro de Tony. Le pide si puede llevar a su hermana al hostería "Refugio del minero", unos 20 km más adelante.

Ella hacía dos horas que estaba esperando que pasara alguien a caballo o en camioneta, y éramos los primeros.

Tenía que entrar a trabajar y ya se le había hecho muy tarde por las lluvias del día anterior.

Así que se le hizo lugar en la SW4 y seguimos con la nueva acompañante que nos fue informando sobre el tal "Hostería Refugio del Minero".

Avanzamos unos 20 km y llegamos al desvío que figura en "Viajeros4x4" y que detallamos a continuación en el mapa. La chica nos sugiere que la dejemos allí, ya que los 5 km del desvío son "un poco complicados", y sobre todo porque llovió bastante en esos días.

Nos consultamos y decidimos llevarla hasta el hotel. La huella se notaba afectada por el agua, grandes cárcavas que ponían a prueba el "inclinómetro" dentro de cada camioneta, pero por fin llegamos.

Conversando con nuestra pasajera, quien nos explica que como estaba por pasar el Dakar por Santa María, Belén, gran cantidad de pasajeros ya habían reservado la hostería para seguir el evento  desde allí.
Conversando con nuestra pasajera, quien nos explica que como estaba por pasar el Dakar por Santa María, Belén, gran cantidad de pasajeros ya habían reservado la hostería para seguir el evento desde allí.

Nos invitan a que recorramos el lugar, conocer las habitaciones y algunos objetos de rodocrosita (piedra semipreciosa, compuesta por carbonato de Manganeso) que tienen a la venta.

Nos sorprende ni bien entramos, tal vez, como un recordatorio que esos lugares inhóspitos son compartidos con la naturaleza local.
Nos sorprende ni bien entramos, tal vez, como un recordatorio que esos lugares inhóspitos son compartidos con la naturaleza local.
Vista desde una habitación.
Vista desde una habitación.

Luego de adquirir algunos recuerdos, nos despedimos y seguimos nuestro viaje hasta Cafayate.

La salida del Hotel fue tan complicada como la entrada, pero con cuidado llegamos al desvío sin problemas y de allí hasta la RN40, pasando por San José, Santa María donde encontramos al amable intendente de San José que se presentó al ver nuestro logo y nos pidió que nos comunicáramos con él para organizar un próximo encuentro y llevar camionetas a circuitos especiales de off road en San José. Luego de santa María, pasamos por Quilmes y finalmente, llegamos a Cafayate, donde nos alojamos, cenamos y pasamos la noche.