San Antonio de los Cobres a Caipe.

Otra mañana soleada pero fría, nos levanta en el "Nueva Esperanza" de nuestro querido amigo Sergio. Después de un exquisito desayuno, cargamos los bolsos, los termos con agua caliente para el mate y encaramos al oeste para tomar la RP 129 que nos llevaría directamente al Abra del Gallo, Salar Pastos Grandes, Salar Pocitos, Desierto del Diablo, las Siete Curvas, Salar del Diablo, y finalmente Los Ojos de Mar, antes de llegar a Tolar Grande.

Llegamos a Tolar al mediodía, paramos bajo la sombra de un gran árbol en la esquina de la plaza (el dueño del almacén nos ofreció que comieramos en su salón comedor, pero agradecimos y elegimos el aire libre) y armamos nuestro almuerzo.

Y luego de repostar agua potable gracias a la gentileza de una vecina, continuamos para la estación de tren abandonada, Caipe.

Después de Tolar, disfrutamos de unos hermosos paisajes del salar de Arizaro, siempre teniendo las vías del C14 acompañandonos desde la altura. Así avanzamos hasta el desvío a la derecha hacia la estación abandonada Caipe.

Cuando estábamos llegando, tuvimos la grata sorpresa de ver que circulaba una formación procedente de Socompa.

La formación sigue su camino con productos de minería procedentes de Chile y nosotros, llegamos a tiempo para refrescarnos con la toma de agua de la vertiente.

Comenzamos a armar el gazebo dentro de una habitación de la estación ya fuera de servicio.

Escuchamos el ruido del motor de una camioneta y cuando nos asomamos, tuvimos la grata sorpresa de encontrarnos con Gastón Baldi, un amigo del NOA que estaba llevando turistas a recorrer los bellos paisajes del lugar.

Las chicas se pusieron a preparar algo calentito para la cena, ya que la temperatura bajaba a gran velocidad y la noche prometía algunos grados bajo cero.

Después de una sobremesa donde recopilamos experiencias y planeamos el siguiente día, levantamos el comedor para transformarlo en dormitorio.

La gran camaradería transforma cada situación en un motivo de risa y distención.

Dormimos temprano para recuperar fuerzas y seguir al día siguiente, hasta Mina La Casualidad, pasando por Socompa y el Llullaillaco.